viernes, 8 de octubre de 2010

Anoche me quedé conversando con mi cigarrillo, tenía pena y angustia.
 El me dijo que lo que sentía era nostalgia, que la extrañaba mucho y que viví muchas cosas importantes con ella y que por eso me iba a ser difícil despegarme de ella...
  Luego me dije a mi mismo, es verdad, la amo pero no sé si quiera seguir a su lado...
 Caían las cenizas, la pena aumentaba, recordaba que cada ceniza era una parte de ella y que la estaba desperdisiando. 
  Sólo quedaban unas cuantas quemadas para llegar al filtro, y sí lo debo reconoser. Lloré-lloré-lloré. Pero no me importó en vez de apagarlo y conservar el poquito que me quedaba lo seguí fumando hasta quemarme los dedos y los labios.
Sí, tenía rabia por eso cuando me hiso daño al quemarme lo arrojé y creo que me importó un bledo todo lo que significaba y sí ya no estás conmigo ahora cada cual tenía que seguir su camino.




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